Cuando el cielo comienza a anunciar
que la lluvia pronto va a caer
te encuentro a ti
y no me importa si me mojo
o me seco o me caigo...
o me rompo...
solo me importa saber
como hacer para ser parte de ti.
Y no puedo dormir pensando en tu voz
y no quiero respirar para no olvidar tu olor
y me acuerdo de ti con todo lo que hago.
Sucede que extraño tu piel
y tus ojos y tu sonrisa...
...pasa que extraño todo,
todo lo que tenga que ver contigo.
Cuando el cielo comienza a anunciar
que la lluvia pronto va a caer...
no me importa lo que pase mientras estés conmigo.
Y mi mente no para de pensar en ti,
soñando con el momento,
las estrellas sobre ti,
las huellas en la arena
y mi mente que no para de pensar en ti.
Empiezo a volar
cuando se acaban las palabras
la idea vence a tu corazón
y me dices de una vez que si.
Cursivas de Armando Palomas.
Saturday, July 23, 2011
Friday, July 22, 2011
ya me vi!
Ya tengo mi boleto para el concierto de Opeth con Katatonia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y lo mejor de todo es que mi boleto incluye el nuevo cd de Opeth autografiado!
Y lo mejor de todo es que mi boleto incluye el nuevo cd de Opeth autografiado!
Wednesday, July 13, 2011
Viaje mental
Blanco, podría decirse que un poco pálido. Cabellos negros, muy contrastantes con la tez. No es delgado pero tampoco grueso, termino medio por así decirlo. Ojos enormes color miel, parece que no se le escapa ningún detalle. Su mirada dice que lo sabe todo.
Las velas de los barcos no estaban, habían desaparecido al igual que los remos, solo quedaban los marineros y el lago en el que se encontraban. Si no hubiesen sido mudos gritarían hasta el cansancio. Desde la ventana de su cuarto, con Obabakoak en la mano izquierda vio cambiar súbitamente el paisaje: ahora veía personas disfrazadas y felices, como en un carnaval.
Despertó y se llamo a si mismo loco por el sueño que acababa de tener. Se detuvo frente al espejo y se acomodo el cabello, era hora de ir a desayunar, tal vez lo estaban esperando. Llamaron a la puerta de su habitación y despertó una vez mas, o dicho de una mejor manera, ahora si despertó.
-Ahora bajo.
-Esta bien, pero apurate que tenemos hambre.
Terminó de alistarse, se lavó la cara y se aseó un poco para no lucir como un pordiosero en la mesa.
-Despierta.
-Pero si ya desperté dos veces, es que acaso aun sueño.
-Despierta.
Los ojos grandes color miel comenzaban a desaparecer. No sabia si seguía dormido o si necesitaba despertar por cuarta ocasión. No quería abandonar el calor de la cama, se preguntó a si mismo quienes le habían hablado hacia unos momentos y no pudo contestar.
Las velas de los barcos no estaban, habían desaparecido al igual que los remos, solo quedaban los marineros y el lago en el que se encontraban. Si no hubiesen sido mudos gritarían hasta el cansancio. Desde la ventana de su cuarto, con Obabakoak en la mano izquierda vio cambiar súbitamente el paisaje: ahora veía personas disfrazadas y felices, como en un carnaval.
Despertó y se llamo a si mismo loco por el sueño que acababa de tener. Se detuvo frente al espejo y se acomodo el cabello, era hora de ir a desayunar, tal vez lo estaban esperando. Llamaron a la puerta de su habitación y despertó una vez mas, o dicho de una mejor manera, ahora si despertó.
-Ahora bajo.
-Esta bien, pero apurate que tenemos hambre.
Terminó de alistarse, se lavó la cara y se aseó un poco para no lucir como un pordiosero en la mesa.
-Despierta.
-Pero si ya desperté dos veces, es que acaso aun sueño.
-Despierta.
Los ojos grandes color miel comenzaban a desaparecer. No sabia si seguía dormido o si necesitaba despertar por cuarta ocasión. No quería abandonar el calor de la cama, se preguntó a si mismo quienes le habían hablado hacia unos momentos y no pudo contestar.
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